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"Lenta fue la mano hasta el pecho, y con igual lentitud levantó la redoma de Galadriel. Por un instante titiló, débil como una estrella que lucha al despertar en medio de las densas brumas de la tierra; luego, a medida que crecía, y la esperanza volvía al corazón de Frodo, empezó a arder, hasta transformarse en una llama plateada, un corazón diminuto de luz deslumbradora, como si Eärendil hubiese descendido en persona desde los altos senderos del crepúsculo llevando en la frente el último Silmaril.. La oscuridad retrocedió y la redoma pareció brillar en el centro de un globo de cristal etéreo y la mano que la sostenía centelleó con un fuego blanco[...]

-Aiya Eärendil Elennion Ancalima!-"

Las Dos Torres, J.R.Tolkien

No se si sea la forma increíble en que Tolkien junta metáforas, o si es como mezcla historias con historias. Los Silmarils, según lo que relata el Silmarillion, fueron las gemas hechas por los Elfos mas bellas y mas codiciadas por todos. Ni siquiera los Enanos, con la habilidad que tienen para trabajar los minerales de la tierra, el Diamante, el Oro y el Mithradir, pudieron concebir o imaginar una gema tan hermosa. Sus inicios fueron en la luz de los arboles de Valinor, llamados Telperion y Laurelin, creados para medir el tiempo en Arda, mediante ciclos de luminosidad de cada uno, e iluminar la tierra de los elfos, hasta que fueran heridos por Melkor y murieran, obligando a Yavanna a crean con las ultimas flores de estos arboles la luna y el sol, y dar fin a la edad de los arboles, el inicio de la edad del sol y la aparición de los hombres. Estas inigualables gemas, robadas por Melkor, trajo muchos conflictos, pues fue forjada con magia de días de antaño, tiempo en que había comunicación de la Tierra Media con la de los Valar. Los Valares en un inicio compusieron la melodía que perdura en nuestros día, conduciendo nuestras vidas hacia un destino soñado por nuestro creador-Esto seria si lo comparamos con el Cristianismo que vivía el autor de estos libros-siendo un Valar nuestro creador, y su melodía nuestra vida.

Si alguien se entusiasma con lo mencionado por mi, al extremo de querer leer El Señor de los Anillos, El Hobbit o El Silmarillion, por favor, leanlos y quedaran maravillados.